El lugar arrendado reúne todas las condiciones exigidas por las instituciones pertinentes que controlan esta actividad, y la embarcación “Ciudad de Encarnación” ya fue inspeccionada y habilitada por la Armada Nacional, por lo que solo se realizarán ajustes para iniciar a operar de nuevo, según puntualizó Pablo Rubén Rettori, empresario de transporte fluvial.
La mencionada embarcación está diseñada para albergar a 80 pasajeros cómodamente sentados, tiene seguro naval y el precio del pasaje oscilaría alrededor de 5 mil guaraníes. El servicio es una alternativa para cruzar la frontera y funcionará en horario de 07:00 a 17:00 horas, según el propietario.
Con la reanudación de los servicios de lanchas se recompone una actividad que en su momento significó mano de obra y trabajo para mucha gente en el antiguo puerto de la zona baja. El cruce de lanchas, el muelle y el puerto tuvieron mucho que ver con la consolidación de esa antigua zona, que actualmente ya no existe.
Cabe recordar que el servicio de lanchas dejó de funcionar un tiempo atrás porque el puerto quedó totalmente anegado por las aguas del río Paraná, debido a la suba del embalse y los trabajos que se llevan a cabo por las obras del tratamiento costero en la ciudad de Encarnación.
“El arrendamiento de este muelle privado, a fin de reactivar el servicio de las lanchas de pasajeros y cargas, significa retomar las mismas actividades de años anteriores, pero con las modificaciones obvias que hacen al nuevo tiempo que vivimos en el escenario urbano”, sostuvo el arquitecto Rodolfo Sténico, secretario general de la EBY.
El funcionario agregó que el puerto a ser construido y que va a funcionar en forma definitiva, es un puerto turístico que dispondrá de todas las comodidades y la seguridad que hacen al cruce de lanchas.
Dicha construcción forma parte de los equipamientos del tratamiento costero, constituye un sector donde estarían los atracaderos de las lanchas y la presencia de instituciones como migraciones, aduanas y la dirección de navegación y puertos, según agregó Sténico.