El hecho se agrava debido a la considerable reducción de un territorio de 100 hectáreas que los mismos habían ocupado y que actualmente es explotada agricultores extranjeros, que a fuerza de maquinarias y agroquímicos pone en riesgo la salud y la seguridad de esta comunidad, según sostuvo Cáceres, luego de interiorizarse de la situación.
Los antecedentes de permanente atropello a la dignidad de esta comunidad ancestral, como la destrucción de viviendas, cultivos, muerte de animales y hasta la profanación del camposanto de las familias indígenas de este asentamiento, hace que la situación necesariamente deba ser tomada en cuenta por las autoridades regionales y del país.
Estos hechos apuntan a Antonio Saint Paul, quien sería un terrateniente de nacionalidad argentina, y responsable de los numerosos atropellos a esta comunidad indígena.
“Nadie tiene derecho a pisotear a ninguna persona, por más dinero que tenga, y tampoco ponerlos en peligro. Aquí deben actuar las autoridades de la fiscalía, la Gobernación, los diputados, el INDI, que deben hacer cumplir las leyes y la misma constitución que brinda garantías y derechos a todos los paraguayos por igual”, sostuvo Pablino Cáceres.
Insistió en que la comunidad Paraíso, debe contar con el apoyo de las instituciones de aplicación de las leyes de protección de los indígenas, que esta situación debe preocupar y concienciar a todos.