El operativo de extinción de los frentes de fuego requirió la presencia de 20 Bomberos Voluntarios de Ayolas, ocho de San Cosme Y Damián, ocho de Santa Rosa y diez efectivos de San Ignacio además del apoyo de los Bomberos del Área de Seguridad de la Entidad Binacional Yacyretá EBY (EBY).
La zona más afectada fue la compañía Coejú en donde, según datos proveídos por trabajadores de las estancias Santa Ana y Ñu Porã de la localidad, fueron arrasadas entre ocho mil a diez mil hectáreas de pastizales. Las condiciones de sequia, altas temperaturas y los vientos sirvieron como catalizadores para la rápida expansión de las llamas que estuvieron cerca de alcanzar áreas más urbanizadas y obligó a la evacuación de diez familias de la compañía.
“Por el momento la situación ya está controlada gracias a las lluvias que tuvimos pero no hay que bajar los brazos, porque cuando volvamos a tener una semana de calor los incendios pueden empezar de nuevo si es que la gente no toma conciencia”, manifestó el Capitán José Mutti, comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad de Ayolas.
Aunque aún no se confirmaron las causas de los focos de incendio, se presume que la mayoría se iniciaron con la intención de incinerar basuras y además para realizar limpiezas de campos y matorrales que, aunque es una práctica contraproducente, es un hecho común y tradicional en la región que, al salirse fuera de control, desencadena en situaciones que afectan a bienes materiales, al ambiente y a la salud de las personas.
Foto: Bomberos voluntarios, funcionarios de la EBY y vecinos intentan controlar las llamas.