altEl Centro de Rehabilitación de la Asociación de Padres y Amigos de Personas excepcionales de Misiones (APAPEMI) inauguró este viernes las obras de mejora y ampliación de la sala de fisioterapia que contó con el aporte económico de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

En la ocasión también fueron entregadas sillas de rueda nuevas a varios pacientes, mediante la donación de la Fundación Solidaridad que  brinda su apoyo a esta organización.

El acto de inauguración se realizó en la propia sede del establecimiento y contó con la presencia del diputado del Parlasur Carlos Villalba; la intendente de San Ignacio, Adelma Salas de Ruíz; el intendente de Ayolas, Nelson Delvalle; el jefe de Relaciones Públicas de la Yacyretá en Ayolas, José Del Puerto; e Isidro Vera, en representación de la Binacional además de los directivos y funcionarios de APAPEMI.

“El Presidente de la República Fernando Lugo ha dado como mandato al director de la EBY, Enrique Cáceres, fortalecer los planes sociales y, con apoyar a la APAPEMI, estamos cumpliendo parte de ese pedido”, expresó Isidro Vera, responsable de la sede de Coordinación Social de EBY sede Ayolas durante el acto de inauguración.

Este Centro de Rehabilitación se constituye en la referencia principal en cuanto a la atención de personas con capacidades especiales y discapacidades físicas de la zona sur del país. Actualmente cuenta con 8750 pacientes fichados procedentes de los departamentos de Misiones, Ñeembucú e Itapuá y cuentan con 21 especialidades como fisioterapia, kinesiología, psicología infantil, estimulación temprana, musicoterapia, además de otros servicios de diagnóstico.

Desde el año 2006 la EBY, a través de un convenio de fortalecimiento institucional entregó varios aportes económicos que sirven para el mantenimiento y el funcionamiento del nosocomio que, al no depender de fondos directamente estatales, sobrevive gracias al apoyo financiero de empresas privadas , organizaciones y personas con voluntad de ayudar a un sector social que por mucho tiempo se encontró desamparado y encontró en la APAPEMI una esperanza de mejorar la calidad de vida y de sentirse miembros útiles a la sociedad.

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