El director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Nicanor Duarte Frutos, manifestó que la maquinización de Aña Cuá requerirá una obra inédita en materia hidroeléctrica, que es romper la presa.
Aún así, no debe costar más de 400 millones de dólares, un monto mucho menor a lo presupuestado por el Gobierno anterior encabezado por Horacio Cartes, que fue de 650 millones de dólares.
Duarte Frutos realizó estas apreciaciones durante el programa “Periodísticamente” emitido ayer por el canal de televisión ABC Tv. El director de la EBY en otro momento señaló tajantemente que desde el presidente de la República Mario Abdo Benítez para abajo, no hay compromiso con ninguna empresa en el proceso licitatorio para Aña Cuá.
“Ahí está la primera licitación. Se calculaba en 170 millones de dólares el costo de la instalación de las tres turbinas generadoras. Clasificaron IMPSA con 116.379.881 de dólares y la Voith Hydro alemana, esta última con una oferta de 99.689.577 de dólares. Hay una diferencia de 17 millones de dólares entre una y otra propuesta. Vamos a defender las normas del proceso licitatorio”, significó.
Insistió en que el Gobierno de Mario Abdo Benítez no es un gobierno empresarial, sino político. La conducción del Estado no tiene la lógica de la conducción empresarial de la era Cartes (Horacio)”, aclaró.
Explicó además que el precio internacional de las hidroeléctricas en el mundo en promedio es de 1 millón de dólares MW de potencia instalada.
Aña Cuá va a producir 300 MW, pero costará un poco más de 300 millones de dólares (que debería ser el precio final), porque hay que romper la presa en el vertedero. “Estamos a cota 83 y hay algunas obras que hay que hacer más allá de la maquinización del vertedero que son estacionamientos, patio de obras, pero no puede costar más de 400 millones”, agregó.
Financiación asegurada
Por otro lado, Duarte Frutos dijo que la nota reversal pendiente de aprobación en el Congreso argentino, establece que Aña Cuá será financiada con los ingresos propios de Yacyretá. “Si la nota reversal no es aprobada, los ingresos propios de Yacyretá siguen. O sea, no es un obstáculo si hay decisión política de los presidentes (de llevar adelante la obra)”, finalizó.