El presidente de la República Mario Abdo Benítez, y el director de la Entidad Binacional Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, habilitaron hoy oficialmente la escuela Delia Frutos y colegio Nacional San Vicente de Paul, que funcionan en un mismo edificio, refaccionado y equipado de acuerdo a estándares internacionales.
La institución, ubicada en el populoso barrio San Antonio, de Asunción, recibe a centenares de niños de familias que viven en la ribera del río Paraguay.
Durante el acto, el director de la EBY manifestó que el Gobierno debe fortalecer las escuelas públicas del Paraguay. Seguir invirtiendo en la modernización de los centros educativos públicos para que las madres, los padres, los niños, las niñas del Paraguay se sientan orgullosos de asistir a las escuelas públicas, con comodidad, con tecnología para el desarrollo eficiente del aprendizaje.
“Tenemos que ser mejores que las escuelas privadas, para eso necesitamos unir todos los esfuerzos y paralelamente trabajar en la actualización permanente de los docentes”, señaló.
Agregó que la modernización de la infraestructura y actualización permanente de los docentes, deben ir de la mano “para llevar adelante una pedagogía liberadora que genere no solamente ciudadanos y ciudadanas que manejen destrezas para la producción, sino que también sean ciudadanas y ciudadanos críticos, que se pregunten, se interroguen sobre los grandes problemas que tenemos todavía en el Paraguay, y cómo podemos ir resolviendo esas dificultades”.
En otro momento el titular de la EBY dijo que “no hay que endiosar mucho a la tecnología, no nos debe dominar. Debe ser un medio para el aprendizaje, un medio para insertarse en el mundo laboral, pero las escuelas deben seguir promoviendo valores, solidaridad. Oĩ jey va’era tekojoaju ñande paúme. Mba’e la tekojoaju: vivir en unidad. El Paraguay fue grande cuando los valores que construyeron la nacionalidad se proyectaron en el tiempo. Tekojoja: igualdad de oportunidades”, añadió.
“Acá, presidente, vienen hijos e hijas de pescadores, de madres trabajadoras, de vendedores y vendedoras ambulantes, y los hijos y las hijas de trabajadores también tienen derecho a escuelas de estas características”, agregó.
Insistió en que hay que trabajar para que los trabajadores adquieran conocimiento para que mañana puedan guiar a sus comunidades y a su país. “De estas comunidades también deben salir los futuros ministros, ministras, y porque no, presidente y presidenta de la República. En una democracia, todos pueden llegar a conducir sus comunidades y su país”, resaltó.
Instó a los niños y a los jóvenes, a pensar en grande para ser grande. “Si pensamos chico, quedamos por el camino. Si decimos, nosotros también podemos llegar, nosotros también podemos guiar nuestra comunidad y nuestro país, también podemos guiar nuestra escuela, las universidades, vamos a llegar”.
Enseñar valores en las escuelas
En otro momento, Nicanor Duarte Frutos pidió a las profesoras a enseñar valores a los alumnos.
“Nosotros tenemos que volver a vivir en unidad; vivimos todos peleados últimamente. A veces ni siquiera dentro de la comunidad educativa podemos dialogar. Si podemos conversar y si aprendemos nuevamente a dialogar, muchas cosas podremos hacer alcanzar a nuestras familias, eso se llama capital social”, señaló.
Agregó que “hay que construir el capital social. El capital social es fijar un horizonte compartido, un sueño compartido; mejores escuelas, mejores caminos, mejores universidades, mejores hospitales. Horizonte compartido, trabajo mancomunado, confianza mutua; porque si no nos tenemos confianza, si no tenemos un objetivo común, no iremos a ninguna parte”.
Agradeció la confianza del jefe de Estado, y señaló que muchas escuelas aun habilitarán juntos. “Vamos a seguir trabajando. Muchos cuestionan los gastos sociales. Se preguntan por qué Yacyretá tiene que invertir en esto o aquello, pero la Entidad que produce energía, no puede ser solamente una hidroeléctrica, sino debe ser empresa al servicio del desarrollo humano, al servicio de la educación, de la salud”, significó.
La escuela fue reacondicionada por la Entidad Binacional Yacyretá. La obra incluyó la readecuación de toda la instalación eléctrica, cambios de todos los artefactos de iluminación, reparación de los sanitarios y la construcción de dos unidades nuevas.
Se procedió asimismo al retiro y reemplazo del techo existente como también la demolición de casi la totalidad de los revoques en las aulas y en los sanitarios que estaban afectadas por la humedad.