Durante el recorrido realizado por los presidentes Mario Abdo Benítez y Alberto Fernández en la zona de obras de Aña Cuá, ambos mandatarios enfatizaron que la construcción de la presa representa la materialización de la unidad entre los pueblos paraguayo y argentino.
También coincidieron en que no se trata únicamente de una obra hidroeléctrica, la más importante para nuestro país en toda la era democrática, sino también de un emprendimiento que generará recursos legítimos para promover el desarrollo económico y social de las poblaciones del noreste argentino y el sur paraguayo.
Según las explicaciones brindadas en el sitio por el Gerente paraguayo del Proyecto Aña Cuá, ingeniero Carlos Yorg, se destacó que, entre empleos directos e indirectos, la maquinización genera unos 3.600 puestos de trabajo.
Asimismo, la obra, que se encuentra en el 30 % de su ejecución, generará un 10 % de energía adicional para la Central Hidroeléctrica Yacyretá, lo cual representa un ingreso neto para la entidad binacional de entre 80 y 90 millones de dólares americanos.
Cabe destacar, que tanto los presidentes como los directores ejecutivos de la binacional pusieron de relieve el proceso licitatorio transparente llevado a cabo para el financiamiento de Aña Cuá, que permitió un ahorro del orden del 45 % en el presupuesto de la obra, que, de los USD 600.000.000 previstos en su inicio, bajó a USD 350.000.000 durante la actual administración presidencial.
“El sueño es que Yacyretá, por el entendimiento mutuo de los gobiernos, siga promoviendo la confraternidad binacional. Que Yacyretá no solamente produzca energía limpia y renovable, sino que sea lo que es hoy, profundizado por el gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, una institución que, además de producir energía, tenga un compromiso con el desarrollo humano”, declaró el director ejecutivo paraguayo de la entidad, Nicanor Duarte Frutos.
“¿De qué sirve producir energía si no vamos a contribuir a la justicia social?”, se preguntó el titular de la EBY.
En un mismo sentido se pronunció el director ejecutivo argentino, Fernando De Vido, manifestando que los mandatarios consolidaron hoy una antigua vocación de hermanamiento, “mediante el aprovechamiento hídrico que nos permite la naturaleza con la obra Aña Cuá y que hoy da oportunidad de volcar a más de 800 familias la oportunidad del trabajo”, expresó.