La obra se construye en un inmueble donado por el presidente de la República Fernando Lugo. La inversión total requerida es de alrededor de 1.860 millones de guaraníes, de los cuales Yacyretá aportó los primeros 600 millones.
La Granja de la Esperanza recibe a los jóvenes que quieren dejar las drogas y el alcohol, y por las ganas de descubrir su vocación. La terapia es acompañada por actividades de distinto tipo que los ayuda a tener autoestima y autosustento.
La organización se basa en la familia, buscando lograr cambios en los valores, la moral y los principios de los jóvenes. La convivencia se apoya en la palabra de Dios, a través del evangelio.
Cada interno de la comunidad terapéutica debe solicitar su inclusión a la Granja, y constituye un requisito fundamental hacer la petición de puño y letra, testificando su intención de recuperarse de la adicción que tenga, para su reinserción en la sociedad.
Foto: Fachada de la primera parte de la obra que se construye en la villa Padre Carlos Winkel.