Una nueva vida, a salvo de las aguas y en la casa propia y digna es el presente de las familias ribereñas y de escasos recursos beneficiadas con las 100 viviendas construidas por la Entidad Binacional Yacyretá, en el Núcleo II, de las Mil Viviendas, en Ayolas.
Tras años de vivir en condiciones muy precarias, y en el caso de las ribereñas al acecho permanente de las crecidas, las familias hoy disfrutan de todos los servicios básicos, infraestructura comunitaria, acceso a instituciones educativas y sanitarias, en el nuevo complejo habitacional.
Es el caso de Bárbara Maidana y su esposo Timoteo Acuña. Vivían en la isla San Pablo del brazo Aña Cuá del río Paraná, con sus 5 hijos menores, quienes han perdido incluso algunos años de escolaridad a raíz de la falta de acceso a una escuela.
Bárbara cuenta que durante el constante trajín de dejar la isla para vivir en una carpa durante las crecidas, ha hecho que se echara a perder los pocos enseres con que contaban, además del nulo acceso a los servicios básicos.
Hoy, desde su nueva casa, comenta que la mayoría de sus vecinos son conocidos de la misma o de las islas cercanas.
“Muchos aún no creen que ya estamos en nuestra propia casa”, asegura, al explicar que es invalorable la entrega de viviendas a las sacrificadas familias de isleños.
Don Timoteo Acuña, continúa con su actividad pesquera, en tanto que sus hijos, desde un lugar seguro, concurren a clases en la ciudad de Ayolas.
La Entidad Binacional Yacyretá destinó una inversión de G. 12.668.130 para la construcción de las 100 viviendas destinadas a los pobladores de las islas y de escasos recursos de Ayolas, en un proyecto conjunto con la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat), institución que se encargó del proceso de adjudicación.