El ex futbolista de la selección nacional de fútbol Salvador Cabañas fue homenajeado por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), en ocasión de la visita que realizó a Ayolas acompañando a los atletas de su escuela de fútbol que participaron de un torneo triangular amistoso junto con sus similares de Nacional del barrio Obrero, de Asunción, y del Club Social y Deportivo Yacyretá.
  

El homenaje al “Mariscal” de la albirroja se realizó en el salón de eventos del Área de Relaciones Publicas de la EBY con la presencia del presidente del Consejo de Administración de la Binacional  Enrique Sánchez, el intendente Nelson Delvalle, el asesor de Comunicación Marcos Álvarez entre otros además de una gran afluencia de fanáticos que se acercaron para brindar su apoyo y demostrar su afecto al deportista.

Durante la ocasión Cabañas, que estaba acompañado de sus familiares y los componentes de su escuela de futbol fue distinguido además como Visitante Ilustre por la Municipalidad de Ayolas a través de la resolución 393/2011.

“Salvador (Cabañas) trasciende el campo deportivo y se convierte en un símbolo nacional, un símbolo de lo que aparentemente teníamos dormido, Salvador es el factótum de la recuperación del autoestima del paraguayo. Hizo posible que podamos creer que podemos ganarle a cualquier equipo del mundo, al equipo más poderoso que puede haber, si Salvador estaba en esa lista Paraguay creía en forma distinta”, expresó el consejero de la EBY Enrique Sánchez al referirse al homenajeado.

Salvador Cabañas jugó un total de 45 partidos con la albirroja y marcó 10 goles. Debutó en el 12 de Octubre de Itauguá y pasó por varios clubes como Guaraní, Audax Italiano, Jaguares de Chiapas y América de México donde se convirtió en el máximo referente del equipo de Cuauhtémoc Blanco tras la salida del mítico jugador mexicano. Fue distinguido en numerosas ocasiones y se ganó el apodo de Mariscal por su entereza y valor ante los rivales.

Luego de un fatídico capítulo que lo marginó de las canchas desde enero del 2010, Cabañas con su lucha por sobrevivir y recuperarse a pasos agigantados se ha convertido en un símbolo de la raza paraguaya, que inspira a soñar con cosas mejores para el futuro y enfrentar las adversidades con valentía.