El Santuario de la Virgen de Itacuá es un centro de peregrinación y de oración de los católicos, pero también un atractivo sitio turístico por el privilegiado paisaje natural que lo envuelve, a orillas del Río Paraná a 12 km del centro de Encarnación, en el departamento de Itapúa.
Cuenta la historia, que en la primera década de 1900, los navegantes del Río Paraná se encomendaban a la Virgen María para pasar el recodo del lugar, además de la fuerte corriente y las rocas basálticas.
A principios del siglo XX, a través de gestiones de los misioneros del Verbo Divino se instaló en la gruta una pequeña imagen de la Virgen traída desde Europa, con lo que comenzó a ser un centro de peregrinación y de oración.
El templo está emplazado en el sitio denominado Punta Itacuá, en un área de 3 hectáreas. La Entidad Binacional Yacyretá adelantó la construcción del santuario antes de su afectación real, que se produjo recién a cota final de la represa.
La obra edilicia, enmarcada dentro del concepto de “reposición funcional”, y tiene la forma de un barco, aludiendo a la devoción de los antiguos navegantes y reemplazó la pequeña capilla apostada cerca del río.
Además de la construcción del templo, propiamente dicho, Yacyretá construyó también, en el marco de un convenio con la Diócesis de Encarnación y una comisión formada para el efecto, una vivienda de residencia de sacerdotes, con toda la infraestructura y equipamientos necesarios en las adyacencias del Santuario mariano.
Yacyretá invirtió también en la pavimentación asfáltica del acceso al Santuario, un trayecto de 8.000 metros, con señalizaciones centrales y laterales y alumbrado público. A lo largo del recorrido fueron construidas veinte estaciones religiosas con imágenes talladas y techos de protección para los peregrinantes al lugar.
También la Entidad Binacional Yacyretá intervino en el lugar para reforzar la seguridad del promontorio de Itacuá, ante el oleaje del Paraná.
La festividad de la Virgen de Itacuá es el 8 de diciembre, fecha en que un gran número de fieles católicos peregrinan hasta el lugar, como así también turistas atraídos por el atractivo natural del lugar en que se encuentra.