Las posturas fueron antagónicas, porque los representantes argentinos consideraron que la veda debe extenderse durante todo el año, exceptuándose los fines de semana y días feriados como una manera de favorecer la protección y la reproducción ictica.
La postura paraguaya basada en análisis biológicos, técnicos y legales, afirma que la veda debe establecerse entre los meses de septiembre a marzo, que es el periodo de mayor desove de los peces, a fin de disminuir al máximo la perturbación del ciclo reproductivo.
“El periodo de veda, que va de septiembre a marzo, para resguardar la reproducción de la fauna íctica, coincide con los intereses de la Confederación de pescadores profesionales y comerciales del Paraguay y la Federación de pescadores profesionales de los ríos Paraguay y Paraná. Es por ello que respaldamos esa tesitura porque la situación es socioeconómica, además de tener un respaldo legal, técnico y científico”, manifestó Rubén Franco, representante de la EBY ante la COMIP.
Con relación a la implementación de vedas diferenciadas por especies, monitoreadas, por periodos de tiempo establecidos, con poblaciones disminuidas, amenazadas o en peligros de extensión, sin embargo, hubo una postura coincidente entre ambos países.
Cabe acotar que la información proporcionada por la Entidad Binacional Yacyretá fue muy valorada en la reunión, en el sentido que ha puesto a disposición de la COMIP décadas de acompañamiento y supervisión de las campañas de monitoreo de calidad de agua del embalse de Yacyretá y sub embalses de la margen paraguaya, elaboración de una base de datos y análisis y evaluación de riesgo ambiental.