La actual administración de la EBY dispuso que el local entre nuevamente en funcionamiento y de ahora en más beneficiará en forma directa a unas 200 personas, entre niños y niñas de 1 a 12 años, mujeres embarazadas, adultos mayores y a personas con discapacidad.
Esta acción comunitaria, apoyada desde la oficina de Coordinación Social de la EBY, cubre una sentida necesidad de la comunidad más vulnerable, en especial de aquellas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza.
Cabe destacar, que la Coordinación Social de la Sede Encarnación analiza actualmente la factibilidad de un programa de atención integral para este centro, que incluirá atención sanitaria, educación, seguridad alimentaria y recreación.
Además se pretende lograr la inclusión laboral de los jefes y jefas de hogares, mediante la implementación de programas específicos de capacitación y acompañamiento técnico.